martes, 27 de octubre de 2009

Reportaje "Moda Flamenca"


EL TRAJE DE FLAMENCA, UN PRODUCTO EN CONTINUA EVOLUCIÓN

Uno de los sellos de la cultura andaluza, el traje de flamenca se ha convertido en un atuendo de plena actualidad y cada vez más sumergido en la moda. Temporada tras temporada presenta sus nuevas tendencias en la pasarela de Simof, el gran encuentro de los diseños más innovadores que sirven de referente para muchas mujeres que deciden sumarse a la moda andaluza.

Los trajes de regionales en general, por su condición y su tradición no presentan notables cambios en el transcurso de los años. Opcionalmente algunos detalles pero de poca importancia, revelan tímidamente la adaptación de los mismos a los nuevos tiempos. Si embargo, el traje de flamenca es una importante excepción. Se trata de un traje que evoluciona temporada tras temporada. Los diseñadores y los creadores de complementos trabajan constantemente para poder ofrecer al mercado cambios notorios y excepcionales. Lo primordial es que el traje no pierda ni su esencia ni su duende. Permanece el espíritu aunque cambien los aspectos.

Los cambios más radicales son los de los tejidos, y por que no, también las formas aunque sin alejarnos de los patronales ceñidos al cuerpo que otorgan a la mujer andaluza, un toque de sofisticada feminidad. También los colores evolucionan y los clásicos amarillo, blanco, rojo y negro dejan paso a nuevos cromatismos que antes no se contemplaban en estos trajes, como morado, mostaza, berenjena, azulón. El mercado flamenco al igual que la moda en general, se renueva constantemente y con él los colores. Un toque atrevido en el color es a veces necesario y muy especialmente cuando quien viste este traje no quiere pasar desapercibida. Los complementos no son una excepción. No se puede imaginar un traje de flamenca sin sus complementos. Todo forma parte de un look indisociable. Y también los complementos cambian aunque siempre mantienen el espíritu andaluz. Complementos rotundos para nada tímidos, muy femeninos y, hasta cierto punto, exuberantes. Pendientes grandes con una elaborada ornamentación, peinetas y peinetillas con múltiples formas y brocados, flores de surtidos colores y tamaños aportan el toque de coquetería.

La moda flamenca cada vez más innovadora, amplia la oferta plasmando su esencia en nuevos estilos, como es el caso de los trajes de novia. Una opción a la que se apuntan muchas de las mujeres que pasan por la vicaría, sean o no andaluzas. El vestido de novia de corte flamenco, en blanco impoluto o blanco roto, aporta a la mujer un toque de sofisticación que la hace más bella y sensual.

El traje de flamenca aparte de su condición de traje regional, es mucho más. Su estilo se puede adaptar a muchos festejos importantes. Es un producto camaleónico de gran belleza.

Cada temporada los diseñadores y diseñadoras de este tipo de trajes presentan colecciones nuevas y originales en las que marcan su sello propio, además de regirse por las tendencias de la moda. Combinan las líneas clásicas con los estilos más rompedores y atrevidos buscando siempre realzar la figura y hacerla más esbelta. Los lunares y volantes, los motivos flamencos por excelencia, tienen que compartir plano con otros estampados, formas y cortes que cada año pasan a formar parte del amplio abanico de posibilidades que enriquecen el catálogo de diseños. Ya todo es posible en la moda flamenca, jugar con varios estilos, incorporarle cualquier adorno, todo con el fin de que no se haga aburrida y monótona.

La temporada 2009 está cargada de innovaciones para todos los gustos. Los tejidos que priman son los satenes de lycra y el popelín. Los algodones bordados y perforados que fueron los preferidos la pasada temporada, se seguirán utilizando esta con la misma intensidad.

Adelantando la próxima temporada, los tejidos naturales como la seda serán la elección de muchas que quieran aportar un toque de personalidad y original a la Feria de Abril.

Los colores "bandera" son todos los considerados vivos, entre ellos el amarillo, berenjena, morado y verde, aunque no hay que olvidar los colores clásicos, blanco, rojo y negro, presentes cada temporada. Existen muchísimos patrones enriquecidos por lo diferentes gustos de diseñadores y clientas que forman la amplia gama del mercado. Las tendencias varían cada año aunque hay estilos y diseños que se mantienen siempre convirtiéndose en clásicos, es el caso de la tendencia que reinará esta temporada, los trajes bordados con subida de volantes en el delantero y con mangas largas.

Aunque hay unos diseños fijados para esta próxima Feria, cada diseñador aporta su creatividad y su estilo con el fin de ampliar las posibilidades de elección y responder a las demandas de los diferentes gustos. El mercado flamenco cuenta con grandes diseñadores que hacen de su profesión todo un arte.

Este es el caso de Pilar Vera, una de las diseñadoras de moda flamenca, que junto a otros nombres muy significativos, lidera este sector aparentemente sectorial pero realmente muy abierto a diversas fronteras geográficas. Sus diseños para este año van desde su clásico "setentero" hasta los más sofisticados con detalles drapeados. Apuesta por los vestidos con estampado de lunares y los de técnica de patchwork. Los que más le demandan sus clientas son aquellos que siguen la línea clásica, tejidos teñidos y crochet. En cuanto a los colores, Vera se decantan por los más atrevidos como rojo y morado, amarillos con morados y negros, azulones.

Otra gran diseñadora es Rosalía Zahino, autodidacta, lleva la creatividad y el arte dentro de la sangre. Se inclina por la innovación a la hora de diseñar sus colecciones pero siempre con buen gusto. Zahino elige los rosas y rojos preferentemente.

La diseñadora Margarita Freire ha elegido para los vestidos de su nueva colección el negro liso o coordinado con otros colores o los tonos tierras y maquillajes. Sus trajes tienen doble finalidad pues se pueden lucir también, en la celebración de diversos

eventos pues los tejidos que ella maneja normalmente, no son típicos de flamenca.

En este sector en la que la mujer es predominante, se encuentran diseñadores como el valenciano Eugenio Ribera que apuesta por los tejidos bordados sin demasiadas ornamentaciones. Los colores que utiliza son rojos, verdes y amarillos, siendo su color preferido el marrón.

Esta temporada más que nunca el color se convierte en un complemento fundamental del traje flamenco, siendo el color estrella el morado. Atrás quedaron los colores serios y formales, este año los colores vivos y alegres aportarán al recinto ferial una luminosidad extra de a la aportada por el alumbrado.

Este traje sigue siendo una vez más signo de feminidad, permitiendo a la mujer marcar sus curvas y formas. Es a la vez tradicional y moderno, pues representa la cultura andaluza y a la vez está al día de las nuevas tendencias haciendo de él un producto con identidad propia.

FUENTES: SIMOF, AGENCIA DE MODELOS DOBLE R

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